Hematólogo Quito
Glóbulos Rojos
Los glóbulos rojos son discos bicóncavos (como una esfera hueca aplanada en sus dos polos) que contienen la hemoglobina, una sustancia rica en hierro cuya función es transportar el oxígeno. El oxígeno del aire es captado por la hemoglobina en los capilares (vasos sanguíneos de un grosor mínimo) de los pulmones y es llevado a todas partes del cuerpo dentro de los glóbulos rojos para llevar el oxígeno a todas las células de nuestro organismo, que lo necesitan para vivir.
La hormona que regula la formación de glóbulos rojos se llama eritropoyetina y se produce en unas células de los riñones. La función de la eritropoyetina es estimular a la médula para que forme más glóbulos rojos. Se puede administrar una hormona sintética muy parecida a la eritropoyetina en una inyección cuando la producción de los glóbulos rojos ha disminuido como consecuencia, por ejemplo, de la insuficiencia renal o por efecto de la quimioterapia.
Los glóbulos rojos tienen una vida media de unos 90 a 120 días y una vez llegados a su fin se eliminan en el hígado y el bazo. Para que se formen los glóbulos rojos, la médula ósea necesita hierro, vitamina B-12, ácido fólico y vitamina B-6, entre otros elementos. Es muy importante incluir en la dieta alimentos que te aporten estos nutrientes.
Los parámetros con los que se expresa el contenido en glóbulos rojos de la sangre son el recuento de glóbulos rojos, la concentración de hemoglobina y el hematocrito, que es el porcentaje del volumen total de la sangre compuesto por glóbulos rojos. Las cifras normales de estos valores son:
Glóbulos Rojos: de 4,5 a 6 millones por milímetro cúbico para los hombres y de 4 a 5,5 millones por milímetro cúbico para las mujeres.
Hemoglobina: para los hombres es de 14 a 18 gramos por 100 mililitros de sangre y de 12 a 16 gramos para las mujeres.
Hematocrito: lo normal es que oscile entre el 42 y 54% para el hombre, y el 38 y 46% para las mujeres.
Cuando hay una pérdida de sangre o existe una disminución de la producción de glóbulos rojos en la médula, como ocurre por ejemplo con las hemorragias, ciertas enfermedades o por el efecto de la quimioterapia, estos valores descienden, hecho que conocemos como anemia. Si su descenso es leve, la persona puede notar una cierta fatiga, pero si el descenso es más pronunciado puede sentir cansancio, mareo e incluso dificultad para respirar. Para ayudar a recuperar la anemia es muy importante que mantengas una alimentación rica y suficiente y tomes alimentos que contengan hierro. Además, el médico te indicará, si es necesario, suplementos de hierro y vitaminas, inyecciones de eritropoyetina e incluso una transfusión sanguínea.
Góbulos Rojos